Siendo hoy, reflejo del tiempo de ayer.

Necesito verte. Siendo hoy mañana, y el otro.

Sentirte en todos mis latidos, en cada caricia de tus ojos. Derretirme por cada sentimiento que desprenda calor. Necesito pensarte.

Siendo hoy,  ayer, y pasado.

Siempre que tus ojos y los míos, se devoren por completo.

El destino no importa.

Aún que tus sentimientos me asfixien. 
Nialler.

Guardaba corazones en cajitas, por si algún día le hacían falta.

Solo tenía un pedacito. Escondidito. Sin dueño. Que a veces dejaba ver, y a veces ocultaba.
Cuando decidió sacarlo, desapareció al instante. Su pequeño trocito de amor se fue.
Volando, corriendo, buscándote. 

No llegó a encontrarte. 

Olvidarte.
Le faltó tiempo. Mirandote con unos labios dulces. Sintiéndote con todos los sentidos.

Solo es un pedacito. Pero te pertene-

cía.
Nialler.

Mi mundo, resumido en una palabra. Que te prometo nunca contar, y nunca callar.

Prometo no olvidarte, aunque si quiera me conozcas, y regalarte en cada uno de mis sueños, mis mas profundos pensamientos.
Prometo no añorarte aunque apenas oirás de mi, mas que un dulce susurro, que se que alguien más borrará. No me conocerás, por eso no mas te recordaré. Y si mis impulsos solo me dejasen vivir al rededor  ajeno a lo demás mientras que aunque tu eres todo lo que yo veo,  nunca seré no mas que un fragmento que delante de ti, se deja transparentar.