domingo, 8 de julio de 2012

Vivir porque el mundo te lo manda.

No vivo por el gusto de vivir. 
Tan solo vivo. Vivo un día contigo, y dos sin ti. Uno echándote de menos, y dos aborreciendo tu existencia. Escupiendo verdades por la boca, y vomitando mentiras por los ojos. Soñando nubes, que llevan escritas tus palabras, tus miedos, tus cosas. Ya sabes, esas que a veces soltabas por los oídos. Vivo gritos, que nunca grité, pero que guardé dentro de mi cabeza, y retumban. Hacen de mi cerebro, un haz de silencio, interrumpido por el eco constante de mi egocentrismo. Vivo la banda sonora de nuestros momentos, de nuestras mentiras y nuestras verdades. Cada nananá, acompañado de un lerelé. Seguido de un compás echo del chocar repetitivo de tus dientes. Vivo, porque tengo que vivir y porque tengo que vivir, vivo de recuerdos. Y de recuerdos me alimento.





"A veces me manda cosas.
El mundo es más grande de lo que podemos ver.
Pero es más pequeño que lo que escupe por la boca.
No dejes que tus palabras sean más grandes que tú."

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