Y en un cúmulo de ellos, mis problemas decidieron explotar. Así de simples eran. Así de simple era. Sus explosiones recorrieron mi cuerpo, dejando un grupo de sentimientos.
Justo ahí. En lo importante. En mi vena aorta.
Saturando me.
Evitándome decir palabra. Exhumando mis quejas. Desintegrando mis idas y venidas. Atrasando mis movimientos. Desconectando mis mecanismos de defensa.
Ahogando me.
En un mar en clama infestando de tempestades.
Olvidando me.
A flor de piel.
Marchitando me.
Dejándome abierta, la puerta hacia la indiferencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario