Nos dijeron que no podíamos contar el tiempo y lo despedazamos en momentos. Nos dijeron que el mundo sería eterno y aquí nos tienes, desapareciendo, rompiéndonos en trocitos y volviendo atrás.
Nos dijeron que el mañana sería mejor, pero seguimos queriendo volver a lo que era. Nos dijeron que seríamos y nos quedamos en un prototipo, en un casi pero no fue.
Nos dijeron que el tiempo curaba las heridas, pero yo tenía heridas incontables, incurables. Nos dijeron que cuanto más superficiales fuéramos menos nos dolerían y aquí estamos, sin valorar lo poco que nos dejaron.
Nos dijeron que en algún momento podríamos sonreirle incluso a las adversidades, pero no pudimos dejar de llorar. Nos dijeron que éramos y dejamos de ser.
Nos dijeron que mirando atrás, haríamos frente a nuestros fantasmas, pero nos fue imposible verlos. Nos dijeron que podríamos huir, y aquí estamos, entre la espada y la pared.
Nos dijeron que tendríamos los pies en el suelo, y perdimos la cordura por el no poder. Nos dijeron que somos, pero solamente estábamos irremediablemente locos.
Nos dijeron que nos dirían tantas cosas que nos comerían la cabeza, como zombies hambrientos que vagan con ganas de destrozar a los demás, ahora somos solo uno más de ellos.
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