domingo, 1 de noviembre de 2015

Infinity decrepit.

El tiempo pasa y pesa. Y creo vivo con kilos de más. Dicen que vivo con un pie en el acelerador, y quizás sea cierto que lo único que quiero es que mi vida pase deprisa, con prisa y no sea más que una simple existencia.
Creo que no hay nada para mí ahí fuera de estas cuatro paredes que cada día se hacen más pequeñas. Insoportables. Asfixiantes. He entrado y salido de cada uno de mis armarios, rezando por dejar de ser lo que soy. Quizás por ni siquiera salir de ahí.
Cada día que abro los ojos, pienso en una razón por la que debería levantarme. Y nunca debería hacerlo. 
He pasado días sin dormir, pensando de más.
Días sin comer, respirando de más.
Días sin salir, deseando de más.
Mi record de felicidad son unos escasos 6 meses. Y tras eso, aquí estoy de nuevo, escupiendo mi vida por la boca.
Y sigo sentada en una cama en la que no quiero estar, borrando fotos que siguen en una copia de seguridad, mintiéndome a mi misma pensando escusas, maneras de verte.
He creído poder seguir adelante, he puesto sentimientos en mi boca que no sentía, palabras que no son verdad. Me cuesta mirar hacia delante. Y vivo mirando hacia atrás, y tratando de superar algo que me ha superado a mí. Debería aprender a mirar hacia abajo, y seguir pisando el acelerador, a ver si en un curva, el destino me hace un favor.

1 comentario:

  1. Entiendo lo que describes, pero seguro que pese a todo, en algún momento, encontrarás algo para seguir a adelante (siempre intento mirar el lado positivo, porque tendré cualquier momento para ver el negativo).

    A parte de lo que dije antes, me gusta mucho la manera en la que te expresas y comentas todo y, te animo a seguir desarrollando tu manera de describir lo que sientes; animo con todo.

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