sábado, 5 de noviembre de 2011

A ti te cansaba yo, y a mí me cansaba no cansarte.

Un pasado turbio,
Todos nos cansamos, hasta de lo incansable.
un futuro incierto,
un presente demasiado lento,
en un viaje de cientos de mentiras.

Silencio entre gritos,
mentiras en verdad,
un teléfono, hoy suena,
acompañado en soledad.

Todo se volverá relativo,
sin sentido... ni objetivos,
buscaré la fe que he perdido,
en la mente de los suburbios.

Una vez, y otra, y otra...
repitiendo errores una vez y otra,
y otra, sin más salidas,
que el recuerdo de una promesa.

Pero sigo vivo, 
quizás es más de lo que 
necesito, pero me sobran 
mentiras, para pedir más.

Nunca, es demasiado tarde,
siempre, es demasiado tiempo
para una alarma que no suena,
hasta que el sol se oculte,
soñaremos unidos, bajo oscuridad.

En una casa de recuerdos,
en camas de pensamientos,
en mentiras de palabras,
en un grito entre silencios...
Pero el infierno puede esperar.

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