martes, 11 de septiembre de 2012

Vivimos entre el blanco y el negro. Es hora de buscar el gris, solo mira en medio.

Completamente perdido, entre el ajetreo de los pensamientos de la muchedumbre ajetreada, hoy, un martes a las dos de la tarde, me fundo con el azul del cielo, esperando una llamada, de esas que nunca llegan. Dicen que mi paciencia voló junto a mi esperanza por el gris del m u n d o, y viven perdidas por el infinito, allá por el horizonte, escondiéndose tras la tierra. Mientras, yo, parado entre el blanco y el negro de un paso de cebra, contando ideas, risas, y recopilando historias. 
¿Dónde se fue, lo que el mundo busca, y nunca encuentra?
Apenas oí un murmullo, que decía que vuela junto a su instinto, por el lugar más perdido, que nos evita. Y ahí descubrí que nunca estuve solo, que éramos dos. Que no estaba perdido, porque siempre esperaría esa llamada que me devolviera el rumbo al norte. 
¿Dónde se quedó todo lo que perdimos?
Por entre medias de los tonos blancos y negros, de un paso de cebra despintado de escurrir ideas, un martes, a las dos de la tarde.
Justo al norte.

"Desear no es querer. Se desea lo que se sabe que no dura. Se quiere lo que se sabe que es eterno."
Rousseau.

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